¿Disruptivo o traumático?

👉🏻Podemos pensar lo traumático desde diferentes aristas. La concepción difiere si pensamos lo traumático desde el hecho fáctico, en este caso una pandemia que impactó a nivel mundial, o si pensamos lo traumático en el aparato psíquico de cada individuo.
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🔸️Moty Benyakart (2016) localiza cómo a determinados eventos se les atribuye el carácter de traumático a priori, suponiendo un efecto devastador específico sobre el psiquismo humano. Cada sujeto metaboliza o elabora los eventos de una manera particular, dado que no todos contamos con los mismos recursos psíquicos para adaptarnos y armarnos frente al suceso.
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🔹️Sumado a esto, entran en juego los recursos económicos, vinculares y culturales de cada quien. Existen tantas maneras de sobrellevar y adaptarse a esta nueva realidad, como sujetos mismos.
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🔸️Podríamos pensar entonces al acompañamiento terapéutico como un recurso para metabolizar dicho evento. A partir de localizar esto, el evento y la vivencia se separan, no quedan ligados necesariamente a una misma representación.
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🔹️Como agentes de salud nos planteamos la necesidad de brindar un apuntalamiento frente al evento, para que la experiencia del sujeto al cual acompañamos no devenga necesariamente traumática.
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🔸️Para sortear la disyuntiva en cuanto a qué significante utilizar para nombrar a la pandemia, propongo pensar el adjetivo disruptivo, utilizado por el autor anteriormente nombrado. El diccionario define como disruptivo a aquello “que produce una interrupción súbita de algo; o aquello que produce una ruptura en el desarrollo de la actividad de un sector para propiciar una renovación radical”.
Apostemos entonces a salir renovados de este evento tan particular.