Nuestro rol como AT nos involucra en la vida cotidiana del paciente y se sostiene en lo presencial, en medio de las circunstancias excepcionales que nos toca vivir, que de cierta manera altera y transforma nuestra práctica, surgen nuevos interrogantes, ¿cómo acompañar al paciente durante la cuarentena? ¿cómo trabajar los objetivos terapéuticos bajo la modalidad virtual? La irrupción de la pandemia nos impulsó a adquirir nuevas habilidades, de forma tal que el acompañamiento terapéutico se torne como un espacio de contención, apoyo y que da lugar a la creatividad.
En principio, resultó fundamental en esta nueva modalidad establecer un encuadre, que habilite la continuidad en las propuestas, es decir, establecer horarios y días con el paciente (de preferencia los mismos del acompañamiento presencial) para seguir enmarcando una dinámica funcional al trabajo que realizamos.
Luego, en lo que respecta a la comunicación se efectuó bajo la modalidad remota, a través de videollamadas donde se habilitaba la escucha, el apoyo y diversas propuestas de interés del acompañado. Una de estas fue que el paciente escriba cuentos cortos y leerlos durante el acompañamiento virtual. Se trataba de una actividad nueva, pero orientada a sus intereses, los cuales se inclinaban hacia temáticas relacionadas con el mundo del cine, teatro y literatura.
Es crucial para entender nuestro trabajo, posicionados desde una perspectiva psicoanalítica, que toda actividad que se realiza junto al paciente está al servicio del deseo del sujeto, poniendo siempre la subjetividad de este por sobre los objetivos que se tengan de él, e interpretar y trabajar con los tiempos lógicos y no cronológicos de este.
Así es que a través de la construcción en conjunto de estos cuentos cortos, en la mayoría de las ocasiones, el paciente se veía reflejado en los personajes de sus historias, los recursos personales con los que contaba permitieron que aflore y fluya su creatividad. Lo que posibilitó a su vez, que pueda canalizar sus preocupaciones, ansiedades y angustias, en parte sublimar a través de la escritura. Freud describió la sublimación como aquellas actividades resorte, principalmente la actividad artística y la investigación intelectual. Se dice que la pulsión se sublima, en la medida que es derivada hacia un nuevo fin, no sexual, y apunta hacia objetos que tienen cierta valoración social.
Enfatizando los recursos del paciente, con motivo de su cumpleaños, se llevó a cabo un compilado con sus producciones personales, anécdotas y cuentos que fue realizando durante el transcurso de la cuarentena y los compartió con sus familiares y amigos, favoreciendo así de alguna manera el lazo social, tan importante en el contexto actual.
Eugenia Moralejo (Coordinadora):
Resulta interesante señalar de este gran equipo de AT, que frente a la ruptura dada sobre lo establecido, ante una rutina diaria que se desmorona, se han permitido desencontrarse, confundirse, e incluso des-comprender el cómo sostener el dispositivo de AT. Este último, al destacarse por ser aquel susceptible de insertarse en la vida diaria de una persona, muchas veces se encuentra demandado a apuntalar la productividad del sujeto, en términos funcionales, exigido desde lo imaginario, tal como el paciente, a dar cuenta de cuánto, qué y para qué lo hace, y en función de ello, se juzgará una suerte de proporción en salud y en efectividad terapéutica.
El ASPO trajo aparejada la ruptura de aquella rutina diaria que se apuntalaba en el dispositivo de AT, y así como se cerraron muchas salidas, también se abrieron nuevas posibilidades. En este caso en particular, se habilitó a la creatividad y en tanto no se comprendía la nueva modalidad, se iba construyendo implícitamente, un espacio de despliegue subjetivo sumamente significativo y fundamental para el paciente. Esta nueva rutina diaria, ya sin las mismas demandas de funcionalidad, incluía ahora desear, inventar, escribir, sublimar, en tanto destino de pulsión, que habilitó al sujeto a tramitar, a crear, a transformar, y a construir una nueva forma de producir subjetividad, apuntalando nuevas modalidades de lazo social, saludables y creativas desde significativos cuentos y encuentros de cuarentena.