MODALIDAD DUAL

En un primer momento de la Pandemia seguir conformando el vínculo con el acompañado a través de la conectividad que me brinda una pantalla o un teléfono me pareció todo un desafío. Ahora, luego de varios meses de trabajo, la normalización de esto y con las nuevas restricciones sancionadas, optamos por un acompañamiento de “Modalidad DUAL” para preservar la salud la paciente ya que es muy delicada. Modalidad que consiste en virtualidad y presencialidad. Cambiando el plan de trabajo y mis objetivos de manera paulatina. Junto con los cambios, alteramos salidas recreativas y actividades o propuestas de dinámicas con objetivos más didácticos, desde la estimulación cognitiva, también desde lo familiar y los vínculos. Como es sabido los mismos fueron afectados con la convivencia, el encierro y el cambio nuevamente de rutina.

También ha aparecido la pérdida de autonomía, y el disgusto de volver o retroceder con la restricción del COVID-19. Se han propuesto intervenciones en el caso por caso, brindando ese espacio de escucha, contención, de muleta, buscando posibilidades para que en lo posible ir recuperando lo perdido. Se trabajó mucho acerca de la identidad, de su imagen física y sobre todo acerca de la sensación de que había una pérdida en su autonomía, armando estrategias o pedidos lo cual pudiese facilitarle el acceso a ciertas cuestiones que se le habían sido denegadas, como el uso del dinero, ir de compras o la portación de las llaves de su domicilio así como documentos importantes. El paciente hace énfasis en que relegan sus deseos o no son considerados importantes, ponemos en juego «una vuelta de tuerca» para que esta idea pase a no ser fijación para el paciente.

En estos meses de acompañamientos cuando comenzó la virtualidad se presentaron para mí como una superación propia y búsqueda para que del paciente también lo sea. Me reinvente con las herramientas disponibles (la computadora y el teléfono) a la hora de plantear que material usar, como hacérselo llegar al paciente, investigando sus virtudes, fortalezas y gustos para que sean de su agrado y las pueda resolver. Y a su vez adaptando lo presencial con los protocolos y medidas establecidas.
Del otro lado del acompañamiento

Como bien comenta Candela, a partir de que se decreta la cuarentena, en el mes de marzo de 2020 comenzamos a idear nuevas estrategias de trabajo.
Se conjugan distintas variables. En principio, seguir en contacto con el paciente, evaluar la inserción del dispositivo en su cotidiano y al mismo tiempo evaluar cuáles son las herramientas con las que cuenta en la actualidad.
Desde un inicio, el compromiso y el profesionalismo de la AT, el vínculo establecido y el contrato que se realiza con cada paciente permitieron trasladar el dispositivo a un nuevo espacio. Un espacio virtual.

Ese nuevo encuentro se creó, se fue elaborando y construyendo día a día. Esta nueva modalidad ya es parte del acompañamiento cotidiano.
Respecto a la adaptación de la comunicación a través de la tecnología, nos parece sumamente importante abrir la posibilidad a que los pacientes se apropien de estos recursos. Y que esta nueva manera de vincularse, sea extensible para con sus otros vínculos.
El acompañamiento, como nos describe la AT, brinda un espacio en el cual la paciente puede elaborar sus vivencias.
Se trabajó mucho acerca de su identidad, de su imagen física y sobre todo acerca de la sensación de que había una pérdida en su autonomía.

En particular, y por pertenecer al grupo de pacientes de riesgo, la prevención y el temor por parte de ella misma y de los otros con quienes convive puede llegar a dejar sesgada la toma de decisiones y deseos por parte de ese sujeto. A partir de esto, es que se desprenden nuevas preguntas con las cuales seguir trabajando bajo la modalidad dual. ¿Cuáles serán las consecuencias que nos ha traído esta pandemia