Salud mental y dispositivos alternativos

👉🏻La experiencia nos demuestra que en muchos casos la situación de aislamiento desestabiliza los anclajes construidos por cada sujeto, aquellos que le permiten circular, participar o bien habitar sus espacios personales y sociales. Dichas manifestaciones se evidencian de modo singular en cada quien, siendo una tarea indispensable generar intervenciones que habiliten nuevos modos de lazo social, generen rutinas saludables y espacios participativos en esta nueva cotidianeidad.
.
.
🔹A partir de lo mencionado, podríamos pensar que el dispositivo de acompañamiento terapéutico cobra relevancia, hoy más que nunca, en la vida de los sujetos acompañados. Es decir que, frente a la fragilización de la vida y los lazos sociales, el “estar a disposición” para alojar, escuchar, contener, adquiere un valor fundamental. Entendemos que este “estar a disposición” no es de cualquier modo, sino que se funda en el lazo transferencial, motor que posibilita la puesta en marcha de alguna modalidad de acompañamiento, alternativa a la presencial.
.
.
🔸En este contexto, el dispositivo de acompañamiento terapéutico debe, una vez más, colocarse a la altura de la época y continuar generando las condiciones que hacen de él un dispositivo terapéutico, así como intervenciones que posibiliten construir junto al paciente un saber-herramienta para afrontar esta nueva realidad y continuar construyendo modos singulares de transitarla.
.
.
🔹Retomando nuestra reflexión sobre el campo del acompañamiento terapéutico, podríamos pensar que los términos “virtual, remoto, extra muros”, no dejan de ser intentos reiterados de generar múltiples dispositivos, otros, que sostengan el lazo transferencial y la ética fundamental que orienta nuestro trabajo, aquella que no renunciará a su compromiso con aquellas acciones que dignifiquen el campo de la salud mental en sus múltiples dimensiones.